De nuevo una prestigiosa casa de tuning se mete a modificar a dos carros que de por sí solos son impresionantes. Hablamos del Bentley Continental GT y el Lamborghini Murciélago, bellas y codiciadas máquinas que se han sometido a un "tratamiento personalizado".
Como suele ser habitual en las preparaciones del Continental GT, la clase y señorío de los que hace gala el carro inglés desaparecen para dar paso al radicalismo deportivo. El mismo sobre el que echan pestes los puristas y alaban los entusiastas del tuning.
Vemos en este carro cómo los parachoques, franquean la delantera y trasera, así como los ensanchados pasos de rueda y los faldones laterales. El toque de videojuego lo aportan la pintura en gris mate y las llantas multirradio negras. Como nos tienen acostumbrados, Platinum Motorsport, deja intacta la impresionante mecánica W12 de 612 HP de los que presume el deportivo británico.
Por su parte, el paquete de modificaciones es mucho más comedido en el Lamborghini Murciélago. Quizá es debido a la estética agresiva ya de por sí que caracteriza al superdeportivo italiano. El preparador estadounidense también añade a su carrocería nuevos parachoques, faldones y un difusor trasero. Pero todos los elementos no destacan mucho respecto al modelo de fábrica. Monta las mismas llantas que el Continental GT y, al igual que éste, mantiene sin modificaciones el propulsor V12 de 640 HP.
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